Soy Marco Andrés Avila Discua, nací en Siguatepeque y asistí a El Alba desde preescolar hasta graduarme de bachillerato en 2023. A lo largo de estos años, tuve maestros y amigos maravillosos que me ayudaron a prepararme para mi futuro. Allí, aprendí muchas lecciones valiosas, incluyendo, morales, virtudes y valores que me ayudaron a moldear mi carácter, así como darme habilidades académicas. Aprendí responsabilidad, amabilidad, comprensión de las necesidades y preocupaciones de los demás y cómo controlarme y evitar influencias negativas que podrían traerme problemas en el futuro.

Muchos recuerdos divertidos de cosas que mis amigos habían hecho durante las clases se convirtieron en bromas duraderas hasta nuestros últimos días. A pesar de lo vergonzosas que solían ser estas experiencias en aquel momento, se convirtieron en grandes anécdotas para la vida futura.

El Mr. Bruce Von Eck, mi maestro de Estudios Sociales y Educación del Carácter, me animó a pensar a través de todos los puntos de vista, los cuales no había considerado previamente, y a tomar en cuenta cualquier factor que pudiera afectar algo o a alguien más, permitiéndome así evaluar todos los factores que rodean un asunto y prepararme mentalmente para cualquier reto que pudiera ocurrir.

Después de graduarme en el Alba, me aceptaron en la Universidad Tecnológica de Monterrey, México, y actualmente estudio Ingeniería en Nanotecnología. Esta área despertó mi interés cuando mi hermano, que estudia Ingeniería Química en la misma universidad, me hablaba de la nanoingeniería como una posibilidad de carrera muy prometedora. Esto me impulsó a investigar este campo y a encontrarme con alguien que se había preparado para esta carrera y que me la explicó con todo lujo de detalles. Trabajar con elementos de la tabla periódica a nivel nanoscópico, con el objetivo de utilizar estas propiedades en la industria, me fascinó. Mis investigaciones, sumadas a lo que había oído sobre esta especialización, me convencieron de que eso era lo que iba a hacer, una decisión de la que no me arrepiento y de la que espero con ilusión una carrera que cada día disfruto más.

Entrar en esta universidad era un objetivo importante, pero también lo era el desarrollo de mi carácter. Dejar Siguatepeque e irme al extranjero, sin mis padres, debería haber sido difícil, ya que siempre he sido muy unido a ellos, pero me doy cuenta de que soy capaz de vivir por mi cuenta y de ejercer la madurez y la independencia.

Mis planes de futuro incluyen, en primer lugar, completar mis estudios universitarios. Más adelante, espero continuar con un máster y un doctorado en mi campo, y quizá trasladarme a Estados Unidos, donde la industria de la nanotecnología está creciendo exponencialmente. Después, me gustaría cursar una segunda ingeniería en una profesión relacionada con la química.

Por último, quiero dar las gracias a algunos de los otros profesores de El Alba, incluyendo a la Ms. Ashley Ashcraft, por empujarnos a los estudiantes a acreditar adecuadamente todas nuestras fuentes de investigación, ya que encuentro que aquí en la universidad en mi investigación se me exige acreditar todas estas fuentes. El Mr. Agustín Benavides y el Mr. Antonio Ramos son excelentes y agradables profesores de matemáticas. El Mr. Gerson Velásquez enfatizó el desarrollo de valores y virtudes. La Ms. Cendy Bonilla, aunque daba clases no relacionadas con mi área de concentración, me ayudó a desarrollar la responsabilidad.

Espero que los alumnos actuales reconozcan la importancia de lo que se les enseña, que dejen de ver la escuela como un requisito o como algo aburrido, y que empiecen a pensar más en su futuro. Mi consejo a los alumnos actuales de El Alba es que piensen en su vida futura después de graduarse, y en lo que les hará sentirse orgullosos dentro de diez años; que dejen de perder oportunidades y las aprovechen porque les ayudarán a dar un paso adelante.