El Día del Niño es una ocasión especial para honrar la alegría, la inocencia y el potencial infinito que los niños traen a nuestras vidas. Es un recordatorio de que debemos amarlos, protegerlos y guiarlos, así como reconocer sus derechos, sueños y voces. Celebrar este día es una forma de mostrarles cuán valiosos son y cuánto los aprecian sus familias, escuelas y comunidades.

En nuestro campus, creemos que cada niño merece sentirse especial, celebrado y valorado, y eso fue precisamente lo que buscamos en este día tan especial.

En esta hermosa jornada, nuestros estudiantes de preescolar y primaria disfrutaron al máximo de un día lleno de juegos, risas, deliciosos bocadillos y momentos inolvidables. Las aulas se transformaron en espacios llenos de color, alegría y diversión. Los niños jugaron, bailaron, compartieron y crearon recuerdos junto a sus amigos y maestros, todo en un ambiente seguro y alegre.

Lo que hizo este día aún más significativo fue el increíble apoyo de nuestros padres, quienes fueron los principales organizadores de la celebración en cada grado. Su creatividad, esfuerzo y dedicación llenaron cada aula de amor y felicidad. Desde la decoración hasta los juegos y la comida, nuestros padres realmente dieron lo mejor de sí para que cada niño se sintiera especial.

Estamos profundamente agradecidos por su participación, esta celebración no habría sido la misma sin ellos.

A nuestros maravillosos estudiantes: gracias por llenar nuestra escuela de luz, risas y amor cada día.
A nuestros padres y personal: gracias por hacer posible esta celebración tan especial e inolvidable.

Juntos creamos un Día del Niño lleno de magia, un día que nuestros estudiantes sin duda atesorarán.