Soy Cinthia María Benavides Andino, y recibí toda mi educación en la Escuela e Instituto Bilingüe El Alba hasta mi graduación de bachillerato en 2013.  Con El Alba tuve la oportunidad de representar a Siguatepeque en actividades de la ABSH (Asociación de Escuelas Bilingües de Honduras), entre ellas el Modelo de Naciones Unidas y las Olimpiadas de Matemáticas que fueron experiencias muy memorables ya que en estas pude poner a prueba mis capacidades en campos específicos y pude ver lo bueno que era nuestra institución al compararlo con otros colegios prestigiosos del país.  

Un beneficio muy valioso que obtuve de El Alba es la responsabilidad, una característica que se exige en todas partes.  Entre las lecciones que aprendimos está la de perseguir siempre nuestros sueños porque somos capaces de lograr lo que nos propongamos.

Uno de mis mejores profesores, que también es mi padre, es el Mr. Agustín Benavides, que ejerció una enorme influencia sobre mí en muchos aspectos.  Hizo que las clases difíciles, como Matemáticas y Física, fueran divertidas manteniendo un ambiente agradable e incorporando bromas para aligerar la carga. Sus consejos para vivir con éxito influyeron positivamente en mi actitud y mi dedicación.  Me convenció de que podía conseguir lo que quisiera en la vida si estaba dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo.  Me enseñó que el camino no es fácil y que requiere mucho esfuerzo y trabajo duro, pero cuando alcanzas tus objetivos, te das cuenta de que todo ha valido la pena.  Gracias, papá, no solo por ser mi padre, sino también por ser tan buen maestro. 

Tras graduarme de El Alba, decidí seguir el campo de la medicina, una de las carreras más hermosas y solidarias.  Desde niña soñaba con ser médico, y fue mi convicción de que podía «hacer cualquier cosa» lo que hizo que el sueño se hiciera realidad, y he llegado a tener bastante éxito en mi área.  Actualmente estoy en Alemania, cursando estudios superiores en mi especialidad de cirugía pediátrica.

Mis planes de futuro incluyen completar mis estudios en Alemania y esperar con impaciencia el momento en que me convierta en cirujano pediátrico.